Causas del vértigo

El vértigo es una percepción subjetiva que tiene que ver con el movimiento, es decir, una sensación de precipitación hacia el vacío o de que el entorno está girando alrededor, sin que esto esté sucediendo realmente. Normalmente viene acompañado de otros síntomas como mareo o pérdida de equilibrio, de náuseas y de una sensación inminente de desmayo.

Normalmente el vértigo se encuentra relacionado con una alteración en el sistema vestibular situado en el oído interno y que se encarga de mantener la postura y el equilibrio.

El vértigo puede durar un momento simplemente, horas o días incluso. Es un trastorno que puede afectar a todo el mundo, tanto a niños como a ancianos, en cuyo caso puede llegar a convertirse en una inestabilidad crónica.

Vértigos

Causas del vértigo

Normalmente la causa de este trastorno puede ser la consecuencia de una alteración en el oído, de la conexión nerviosa que tiene el cerebro con el mismo, o del propio cerebro, aunque también existen otros factores que propician su aparición, como por ejemplo:

  • Mareos, algo que sucede sobre todo en personas que tienen un oído interno demasiado sensible a movimientos muy súbitos como por ejemplo vaivenes.
  • A infecciones bacterianas o víricas que llegan a afectar al oído interno.
  • A la enfermedad conocida como Méniere, un trastorno del que no se conocen aún las causas, y que provoca ciertas crisis de vértigoso episódicas y repentinas y que suelen ir acompañadas de zumbidos, de náuseas y de pérdida de audición.
  • Las personas que toman ciertos fármacos para controlar la hipertensión o alguna enfermedad cardíaca, pueden llegar a desmayarse al ponerse bruscamente de pie debido a una bajada de la presión arterial, a causa de los vértigos.
  • Hay ciertos trastornos de tipo neurológico como esclerosis múltiple, ictus, facturas de cráneo o tumores, sobre todo los desarrollados en la base del cerebro o muy cerca de éste, que también pueden provocar vértigos.

Síntomas del vértigo


Además de la sensación de que todo se está moviendo alrededor o que el propio cuerpo se encuentra en movimiento, existen otros síntomas como la pérdida de equilibrio, el zumbido de oídos, mareos, visión doble o dificultar para enfocar la vista, parálisis facial, dificultad a la hora de articular palabra o debilidad en las extremidades, tanto superiores como inferiores.

Prevención

Es posible reducir el vértigo con algunas recomendaciones entre las que se aconseja evitar movimientos rápidos de la cabeza o posiciones extremas de la misma, así como minimizar ciertas situaciones que pueden llegar a desencadenar este trastorno, como puede ser el consumo de sustancias que provocan estrés, así como la ansiedad. Es recomendable por tanto, relajarse y evitar la ingesta de productos como el alcohol, el café y el tabaco.

¿Hay tratamiento para el vértigo?

El tratamiento va a depender de la causa que provoque los vértigos. Existen diferentes fármacos que son indicados según el paciente, como por ejemplo los diuréticos, ya que al eliminar agua se reduce la cantidad que existe en el oído interno y por ende, la sensación de vértigo.

También pueden recetar betahistina, fármaco que logra reducir la excitabilidad de las neuronas vestibulares. Estos medicamentos suelen producir somnolencia, sobre todo en personas mayores. Cualquier prescripción tiene que ir acompañada de una dieta que sea baja en sal.

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