Causas de la Gran Depresión de 1929

El 1929 el mundo vivió la que quizá fue la mayor crisis económica de su historia, ya que afectó a parte importante de los países generando efectos gravísimos que se extendieron por años, con consecuencias directas sobre las personas.

Conocida como la Gran Depresión, nació en Estados Unidos el 29 de octubre de 1929, día conocido como Martes Negro, en el que la Bolsa de Comercio tuvo una caída estrepitosa. Rápidamente se expandió al resto del mundo durante la década de 1930 en un efecto dominó, ya que los problemas de la mayor economía mundial afectaron el comercio y la productividad del resto de las naciones.

Fueron años donde el desempleo y la pobreza crecieron fuertemente tanto en las ciudades como en las zonas agrícolas. Si bien la recuperación fue complicada, a mediados de la década de 1930 las cosas empezaron a mejorar, pero pronto el mundo tuvo que enfrentarse a la Segunda Guerra Mundial.

La caída estrepitosa de la Bolsa de Comercio de Estados Unidos dio inicio a la Gran Depresión de 1929

¿Qué provocó la Gran Depresión de la década del 29? Una crisis económica de tal magnitud se da por una suma de factores socioeconómicos y políticos, que se convirtieron en una receta para un desastre que todavía sigue siendo el mayor de la historia.

Efectos de la Primera Guerra Mundial

La Gran Depresión de 1929 vino en el periodo entre las dos grandes guerras mundiales, cuando los países participantes todavía no lograban recuperarse, algo que era especialmente fuerte en Europa donde la escasez de materias primas paralizaron varias industrias en momentos en que el continente intentaba reconstruirse.

Las naciones que resultaron perdedoras en la guerra, además se vieron ante fuertes sanciones económicas y pago de multas decretadas en los tratados de paz. Eso les impidió resurgir y creó un clima de odio dando paso a gobiernos fascistas.

El rol de Estados Unidos

Estados Unidos se mostraban como la potencia más fuertes a nivel bélico y económico, ya que si bien participó de la guerra, no hubo combates ni destrucción en su territorio. Su industria crecía, convirtiéndose en un proveedor internacional que dominaba este tipo de comercio.

Especulación de mercados

Ante la bonanza económica norteamericana, los inversores apostaron sus fichas a las empresas del país cuyas acciones llegaron a valores tan altos como absurdos, inflados por una confianza sin una base real.

Los inversores iban desde gente rica a personas de clase media que creían poder aumentar su capital, por eso la caída de la economía causó una destrucción tan grande.

En el Martes Negro, las acciones en las que los inversores confiaron perdieron en promedio el 40% de su valor, lo que afectó a grandes y pequeños inversores, estos últimos se habían endeudado por lo que el golpe les pegó más duro.

Quiebre de bancos y aumento del desempleo

Los bancos quebraron y con ello se esfumaron los ahorros de millones de personas, las que además se enfrentaron a niveles de desempleo histórico por la crisis industrial.
El consumo disminuyó fuertemente y eso afectó a los negocios y empresas, las que disminuyeron su producción.

Proteccionismo económico de Estados Unidos

Mientras Europa intentaba recuperarse y volver a participar del comercio exterior estimulada por ayuda externa, la mayoría justamente desde Estados Unidos, tuvo que enfrentarse a un fuerte proteccionismo a los importaciones por parte del país norteamericano.

Con el fin de proteger su industria, Estados Unidos colocó altos aranceles a las importaciones afectando especialmente a Europa, que pronto se vio ante un panorama mucho más adverso, creando un clima de incertidumbre.

La Gran Depresión de 1929 llevó a un crecimiento de la pobreza, falta de alimentos y un alza de enfermedades y mortalidad ante la escasez de dinero y acceso a la salud, lo que se replicó en todo el mundo.

Esta crisis económica que afectó al mundo entero, fue una de las causas más importantes de la Segunda Guerra Mundial, ya llevó al surgimiento de conflictos y el crecimiento de ideas nacionalistas por parte de gobiernos totalitarios apoyados por el descontento popular.

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